La barreras para el desarrollo de la «Identidad Digital»

En estos tiempos donde las redes sociales forma parte inseparable de la vida de muchas personas hasta el punto que hay quienes se preguntan como podía existir el mundo sin Facebook, Twitter o Instagram?

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Sin embargo la verdadera realidad es que hay un gran número de personas que están ajenas a este fascinante mundo de conexión social, y no me refiero a la evidente masa de desconectados, es decir aquellos que no tienen acceso a Internet, sino más bien a muchos profesionales, directivos de empresas y altos dirigentes quienes solo se limitan uso del correo electrónico y por ende no existen a nivel digital.

Cuáles son las principales barreras que les impiden a estos profesionales darse de alta y gestionar activamente sus perfiles en las redes sociales?

Según Ivan Pino, especialista en comunicación corporativa online y offline, hay cuatro barreras y cuatro soluciones.

1. Barrera “ideológica”

Algunos directivos se niegan en redondo a tener ningún perfil en medios ni redes sociales. El motivo es de índole personal. Por la protección de su privacidad, por el rechazo a una imagen pública o por simple “pereza social”. Es una barrera difícil de franquear. Sólo cabe convencer con argumentos de necesidad, normalmente por una crisis de reputación (personal o corporativa); o bien por razones de utilidad, con evidencias del beneficio que genera esta práctica a otros profesionales de su consideración.

2. Barrera “Tecnológica”

Descartada o superada la barrera “ideológica”, nos encontramos ahora con la barrera “tecnológica”. Usar LinkedIn, Twitter, WordPress, Youtube, Google +… requiere un periodo mínimo de aprendizaje, que puede desincentivar en algunos directivos, los menos acostumbrados o interesados en las nuevas tecnologías. Para resolver esta dificultad, la mejor opción es ofrecer un método de formación muy práctico y eficiente, acompañado por un tiempo de tutorización y asistencia en los primeros meses de actividad.

3. Barrera “Editorial”

Cuando ya se ha perdido el miedo a la tecnología, llegan las siguientes preguntas: ¿De qué hablo? ¿Y con quién? Cruzar la barrera “editorial” requiere una planificación a la medida de cada directivo, para elaborar una guía de contenidos y comunidades coherente con su personalidad, que resulte también beneficiosa para los objetivos de su organización.

4. Barrera “Temporal”

Por último, nos encontramos con la consabida “falta de tiempo”. Se percibe el uso de medios y redes sociales como una responsabilidad añadida a las ya numerosas tareas del directivo. La solución en este caso pasa por “rutinizar” esta práctica, convirtiéndola en un medio más de relacionamiento con los stakeholders. Para lograrlo, nuestro mejor aliado serán los dispositivos móviles, y sus aplicaciones de administración de redes sociales.