Aprendiendo de comunicación corporativa con la película “OKJA”

Okja es una película de crítica social en contra de la industria cárnica y la alteración de alimentos con transgénicos. Se trata de la historia de Mija y Okja, una pequeña niña Koreana y su cerda, la cual fue criada como un miembro más de una pequeña familia.

La trama se desenvuelve en las aventuras a las que se enfrenta Mija para rescatar a su querida amiga. No quiero profundizar mucho en los detalles de la historia, por si alguien se interesa en verla, está disponible en Netflix.

Sobre lo que quiero enfocarme es en las enseñanzas de comunicación corporativa y marketing que nos deja esta película. Indistintamente de las implicaciones éticas, que también podemos verlas como una enseñanza, de lo que no debemos hacer.

  1. La reinvención del legado.

Uno de los grandes atributos de algunas marcas es el legado construido a través de los años. Pero qué pasa con aquellas historias familiares cuya trayectoria no son merecedoras de orgullo. En la película vemos como la heredera de una fábrica se da a la tarea de limpiar la reputación de “Industrias Mirando”, que ha pasado por dos direcciones fatídicas que dejaron una muy mala imagen frente a los consumidores.

Lucy Mirando, la nueva CEO de la compañía, se propone limpiar la reputación de Industrias Mirando y lo hace desde la “honestidad”, reconoce los errores cometidos en el pasado, los enfrenta con cierto matiz de humor y se propone cambiar completamente el rumbo de la historia. Construyendo un nuevo legado.

  • Sentido de responsabilidad social alineando la operación a una causa significativa.

Un matadero de animales que experimenta con alteración genética. Este es un tipo de negocio que genera muchas opiniones en contra, sin embargo, ellos lo justifican inteligentemente con una razón de ser que lo hace necesario: Erradicar el hambre.

Apalancándose en cifras crudas, Industrias Mirando gira la percepción de la opinión pública y les hace entender que su operación tiene la misión de salvar el mundo.

  • La magia de las historias para conectar emocionalmente.

Reconociendo y aprovechando al máximo el poder las historias, Lucy Mirando construye una narrativa emocional e inspiradora que cautiva a las audiencias y las lleva a interesarse en una industria de la cual el “El New York Times” nunca habría escrito nada.

En el discurso de lanzamiento Lucy Mirando dice: “Al mundo se le acaba la comida, y no estamos prestando atención. Faltaba un milagro, y ocurrió uno”.

Es ahí cuando todas las cámaras de los periodistas en la rueda de prensa comienzan a grabar. La ejecutiva cuenta la historia de una super cerdita que fue encontrada milagrosamente en una granja de Chile. Matiza con ficción la realidad de la experimentación científica al contar que la super cerdita fue apareada y nacieron 26 “cerditos milagrosos”. Aclara que estos serán criados por los mejores granjeros alrededor del mundo. Y es así como surgen los relatos.

  • Consumer engagement: Conectar al consumidor y llevarlo a vivir una experiencia.

La estrategia no se limitó solo al storytelling, sino que Industrias Mirando creó toda a una competencia donde cada granjero tenía que cuidar a su cerdo y criarlo con técnicas autóctonas de cada cultura. Momento perfecto para posicionar el mensaje de que sus animales son criados de forma orgánica.  

Aunque esto no está reflejado en la película, podemos imaginarlo. Una campaña tipo reality por 10 años. Los 26 países donde Mirando tiene fabricas enfocados en dar seguimiento a su cerdito y pendientes del fin de la competencia. Como premio el granjero con el cerdito mejor cuidado viajaría a un gran evento en New York. Sin duda esto daría material para mucho contenido de Brand PR.

  • Marketing de influenciadores: El endoso de un experto.

Una fábrica de cárnicos por sí misma no tendría aval para dar credibilidad a esta historia de los cerditos. Por eso inteligentemente Industrias Mirando se asoció a un Zoólogo muy famoso del momento, para que personalmente les diera seguimiento a los cerditos y se convirtiera en la imagen de la compañía. ¿Quién dudaría de las buenas intenciones de esta industria, que está siendo avalada por un amante de los animales?

  • Blindaje ante potenciales crisis.

Aunque esto tampoco se vio en la película, suponemos que una compañía que le dio tanta importancia al marketing y las relaciones públicas, sin lugar a dudas también debió preparar una estrategia de blindaje para poder dar respuesta ante cualquier atentado contra su reputación. Después de todo, se trata de una industria muy sensible que tiene muchos detractores.

Lo que si se ve más adelante es cuando sale a escena FLA (Frente de Liberación Animal), un grupo de defensores los derechos de los animales. En un salón de conferencias se reúnen todos los responsables del negocio para estudiar el impacto negativo de un atentado contra la compañía. Una vez más terminan utilizando la comunicación, esta vez para convertir una crisis en oportunidad. No abundo mucho en esta parte, porque no quiero hacer spoilers.

  • Storydoing: Lo que falto en la película, pero que también nos deja una enseñanza.

La comunicación no puede ser una pantalla cuidadosamente diseñada para engañar a los consumidores. Mucho menos en este contexto hipertransparante e hiperconectado, donde prácticamente no existen los secretos. Todas las estrategias de comunicación le sirvieron a Industrias Mirando para construir una fantástica fachada que por muchos años cautivó a la audiencia, pero que tarde o temprano fue expuesta a la luz.

Cuál es la enseñanza de esta parte, de nada servirán las mejores estrategias de comunicación, mercadeo, publicidad, etc., si la empresa no se preocupa genuinamente por el bienestar de la comunidad y la sostenibilidad de su operación, lo consumidores terminarán rechazándola.

Aunque las apariencias pueden contar cualquier cosa, el verdadero éxito de una compañía solo podrá alcanzarse en la medida en que el negocio se preocupe por el bienestar colectivo. Vivimos en una sociedad que se autorregula y donde cada vez es más importante la licencia social para operar.

Lo que los otros dicen de ti si importa

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Muchas veces las personas entienden que no se debe hacer caso a las cosas que se dicen de uno, sobre todo si se trata de calumnias o comentarios mal intencionados que no tienen ningún fundamento, pero en esta época en la que estamos viviendo debemos tener muy en cuenta que lo que se dice sobre nosotros en las redes sociales, sea cierto o no, se convierte en parte de nuestra reputación digital, que podrá ser usado en nuestra contra en cualquier momento.

Últimamente hemos visto como muchas personas recurren a investigar la vida personal de las figuras públicas y sacan a la luz fotografías, artículos y comentarios, que quizás fueron publicados en el pasado y son usados para difamar la reputación online de estos. En muchos casos se trata de informaciones que son sacadas de contexto, manipulando la información para hacer daño.

Aquí la pregunta es, ¿Podemos escapar de esta realidad?

La respuesta quizás no le agrade a algunos, pero realmente no podemos. Lamentablemente ya no hay tanta diferencia entre una persona común y corriente y una figura pública, ya que todo lo que se publica en Internet está a merced de todos y pasa a ser propiedad de la colectividad. Por eso debemos tener mucho cuidado con qué tipo de información permitimos que suba a Internet sobre nosotros, porque no sabemos cuando esa información pueda perjudicarnos. Cabe aclarar que aquí con información nos referimos a fotos, vídeos o hasta un comentario, recuerda que nada de lo que se publica en Internet puede ser borrado, solo se esconde de nuestra vista.

En este caso nuestra responsabilidad, mas que hacernos la vista gorda de esta realidad, debe ser asumir de frente lo que representa gestionar nuestra reputación online. Si somoS profesionales tenemos una imagen que debemos cuidar y las redes sociales pueden ayudarnos a vender lo mejor de nosotros.

No pienses que porque no estés prestando atención a lo que se dice de ti quiere decir que no están diciendo nada, todo lo contrario, constantemente se publica información y se generan conversaciones que de alguna forma tienen que ver contigo como profesional, con tu categoría de negocio o simplemente con tu mercado, y si tu no estás prestando atención a estas conversaciones corres el riesgo de desaprovechar la oportunidad de intervenir, ya sea para defenderte, apoyar una moción o simplemente aportar valor desde tu punto de vista.

En definitiva, les invito a comenzar, ese es el primer paso, crea tu cuenta de Facebook, LinkedIn, Instagram, Twitter… no tienen que ser todas las redes sociales a la vez, solo hace falta que te pongas una meta y te decidas a desarrollar una estrategia para gestionar efectivamente tu reputación online. Si no lo haces, nadie lo hará por ti!

Cuando las “Fake News” pueden afectar la reputación de un país…. o de una empresa.

Ante el escenario de la trasformación digital, donde cada vez más ciudadanos están empoderados para producir y compartir contenidos a través de Internet, nos encontramos cada vez más expuestos a una infoxicación. Indiscriminadamente consumimos y promovemos contenidos en la red que muchas veces distorsionan la realidad.

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En esta era de la hipertransparencia los medios de comunicación tienen en sus manos el reto de defender a toda costa la verdad y de informar correctamente a la población, que está buscando fuentes certeras, en quienes puedan confiar, para enterarse de la verdad.

Muchos medios de comunicación están jugando el peligroso juego de la inmediatez e irresponsablemente se preocupan por dar a conocer las primicias noticiosas, sin calcular los riesgos que se pueden desatar al promover informaciones que no se han corroborado.

Últimamente, los medios de comunicación locales, tanto oficiales (prensa, radio y televisión), como extraoficiales (redes sociales, WhatsApp y el boca a boca en general), se han dado a la tarea de catalogar como “epidemia” la reciente alerta emitida por el centro epidemiológico nacional, con relación a la difteria.

Se trata de una información muy delicada que rápidamente se ha propagado, debido a que es un tema que directamente preocupa a la población. Vemos los centros de vacunación abarrotados por las grandes cantidades de dominicanos preocupados por reforzar sus vacunas para protegerse de la enfermedad.

Es cierto que como nación debemos prepararnos ante cualquier amenaza, pero es responsabilidad de los medios de comunicación manejar las informaciones con criterio y dar a conocer casos y cifras reales, sin basar sus argumentos en estimaciones o rumores que no están fundamentados.

Qué tanto de estas informaciones son reales. Realmente nos encontramos ante una situación de alarma tan delicada como nos han querido vender o hay falta de información, además de otras sacadas de contexto. En algún momento han considerado los medios de comunicación cuál es el mensaje que estamos promoviendo a nivel internacional y cómo afecta esto al sector turismo.

El precio lo paga nuestra marca país

El presidente Danilo Medina tiene una ambiciosa meta de traer 10 millones de turistas a la República Dominicana. Según las cifras comunicadas por la Presidencia, hasta enero de 2018 habíamos logrado 6 millones 187 mil 542 de turistas.

Para lograrlo, el ministerio de turismo ha puesto en marcha campañas de comunicación orientadas a promover las riquezas y atributos de nuestro país y de esta forma atraer a los visitantes extranjeros y sus divisas, que tanto bien le hacen a nuestra economía.

Pero, cuando estos turistas buscan referencias de nuestro país en Internet, qué imagen se llevarán de nosotros, si al mirar las noticias encuentran informaciones relacionadas con una supuesta epidemia de difteria acompañada del virus de la influenza H1N1.

Es cierto que últimamente los medios de comunicación han desmentido las primeras versiones y tratan de calmar los rumores, comunicando que solo se trata de un brote en Haití y que localmente se están tomando medidas preventivas. Pero el problema se da en que claramente se denota la falta de criterio periodístico a la hora de informar. De qué nos sirve limpiar, luego de que se ha derramado el líquido.

Los responsables de los medios de comunicación deben darse a la tarea de formar a sus periodistas e imponer criterios editoriales más estrictos para filtrar adecuadamente qué informaciones merecen ser publicadas y cuando vale la pena investigar más.

Cómo afectan las fake news a las empresas.

El fenómeno de las fake news es una realidad que se ha salido de control y últimamente afecta a muchas empresas que se ven involucradas en rumores y noticias falsas, promovidas con la intensión de afectar la reputación de una marca o incidir en la venta de algún producto.

La pregunta aquí es, cómo pueden las empresas defenderse, qué hacer para salir adelante cuando se enfrentan a las crisis reputacionales que de desencadenan como resultado de las fake news.

En LLORENTE & CUENCA recientemente publicamos un informe especial donde abordamos este tema y damos a conocer las medidas de blindaje que pueden poner en marcha las empresas para artillar una estrategia de defensa que les permita salir adelante, en caso de ser víctimas de una fake news..

Antes compartir el informe completo, adelanto que las claves están en:

  • Establecer una escucha activa que les permita reconocer qué se dice de la empresa en la red.
  • Diseñar una estrategia de respuesta con la que puedan reaccionar a tiempo en caso de desatarse una crisis de comunicación.
  • Responder en el mismo tono en que se ha dado a conocer la falsa información.
  • Humanizar a la marca a través de una estrategia de advocacy que le de credibilidad y confianza a la empresa por medio de la reputación de sus embajadores.

Para poner en marcha un plan de advocacy se requiere:

  1. Gestionar adecuadamente la identidad digital de los directivos.
  2. Definir políticas de participación y comunicación que pongan en valor el aporte de los colaboradores internos y externos.
  3. Definir una estrategia editorial que dote a los embajadores de las líneas narrativas que promueven los atributos reputacionales de la empresa.
  4. Establecer canales de comunicación propios que sirvan de plataforma para promover los contenidos.

También aprovecho para compartir una entrevista en el programa Almuerzo de Negocios, donde abordamos este tema.